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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mis niños peludos.

Otra cosa no, pero que mis animales son felices si puedo decir. Juegan, se tumban al sol, comen como reyes, los paseamos, etc.

Los perros por ejemplo siempre estan jugando, y a Tobby el pobre pienso qe un dia no lo voy a volver a ver. El primer dia me asusté, porque los grandes corren a por él y parece que se lo van a comer, sobretodo Konor. Pero luego me di cuenta que es el enano quien les busca. Alguna vez les he hechado la bronca porque la cabeza de Tobby está dentro de la boca de Konor. Pero si es jugando, pues que sigan, ellos sabran.



Corren a toda velocidad, tanto que se tropiezan, se chocan con el coche, incluso con las paredes jaja.


Aunque los grandes son la misma raza, Pastores Garafianos, de aquí de la Palma, son diferentes, Michu es de pelo largo, y Konor es más bajito y de pelo corto. Los dos me encantan y los quiero muchisimo, y aunque el mio es Konor, digo el mio porque aunque los dos sean de nosotros, cuando llegaron a casa siendo bebes, me gustó desde el principio Konor, tambien por la historia que nos contó el dueño, por lo que pasó y demás. Reconozco que Michu es precioso, parece un caballo está grandisimo, es muy bueno, y pega unos saltos enormes.


La cara de Tobby me recuerda a la de una viejita cabreada, con ese labio inferior por encima del superios. Me hace mucha gracia. Pero es malisimo siempre se escapa de la finca, estoy deseando hacer el muro para que no pueda irse. Siempre vuelve, aunque a veces he tenido que irme a buscarlo por la carretera. Cuando nos vamos, le atamos con una soga, él la muerde, sale de su caseta y se larga. su collar está lleno de nudos, de todos los que le hacemos y de los que consigue deshacerse.

En conclusión, cada vez quiero más a los animales, a todos, a los que ya no están (Pelusa, Pelusito, Chop, Dolly, etc) y a los nuevos que llegan. Por cierto hace unos dias parió Nora, la coneja peluda que compramos. Y son una monadita, la verdad es que tenemos razas de conejos preciosos, que de mascota son buenisimos. Son como peluches. Bafu es mi príncipe, y los perros son mis niños, que siempre que voy y Pedrito los suelta corren hacia mi y me tiran y me dan miles de besos.

Soy afortunada por todo lo que tengo ahora.

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